Santos Cosme y Damián

Esd 6,7-8.12b.14-20; Sal 121,1-5; Lc 8,19-21

La madre y los hermanos de Jesús vinieron a verle, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. Entonces lo avisaron: “Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte”. Él les contestó: “Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra”.


Hoy el Evangelio nos presenta la figura de María la Madre del Señor, que se desplaza desde Nazareth hasta Cafarnaún, recorriendo unos 40 kilómetros aproximadamente. La escena sucede en un contexto de formación a la multitud por parte de Jesús, pero rápidamente la lección cambia de contenido, ¿Cómo ser familia de Dios? Obviamente que no buscamos los lazos consaguíneos, ni étnicos sinos que el Señor nos ofrece otro camino que es asequible en todo momento y a toda persona, como es el cumplimiento de la voluntad de Dios, que se expresa en palabras y acciones: "los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica", para hacer parte de la familia de Dios, como hermosamente lo puedo entender san Pablo en su carta a los Efesios (2, 19).

Señor Jesucristo que nos ofreces el camino para ser familia de Dios, pedimos por los méritos de María Santísima, vivir en amor y santidad, nuestra vocación cristiana.

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